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08/30/2015El velo indomable
09/09/2015Existe una tendencia que ha aflorado en los últimos años, y que es extrapolable al sector de los eventos, hasta el punto de considerar indispensable su consecución para hablar de un evento exitoso; hablamos del llamado engagement con el público.
Este término anglosajón cada vez mas conocido desde el punto de vista comunicativo, hace referencia a los compromisos entre organizadores y público, donde la búsqueda de la interacción y la participación de los receptores del mensaje se convierte en un objetivo que influenciará en el éxito del lanzamiento y asimilación del mensaje. Si hablamos de eventos, el engagement busca la implicación directa de los asistentes a los eventos en todas y cada una de las etapas de los mismos; en su difusión, celebración y recuerdo.
Varios son los aspectos a tener en cuenta para alcanzar esta tendencia, siempre aderezado con la creatividad imprescindible en los eventos del siglo XXI. ; la generación de experiencias y la utilización del efecto wow o comúnmente conocido como factor sorpresa que genere emociones y sentimientos en los públicos a los que van dirigidos los eventos, junto con la creación de entornos agradables.
Algo que llama la atención es que siempre se busque el ideal de lo positivo, poner en marcha la innovación que consiga que aparezcan sensaciones y afloren sentimientos siempre positivos: alegría, felicidad…por nombrar algunos.
Muchos son los profesionales que consideran que el entorno deberá tener estas características para hablar de engagement, opinión que respeto pero con la que discrepo;
La memorabilidad positiva de un evento, ¿requiere obligatoriamente la implementación de dinamizadores en el mismo sentido o por el contrario, el público podría obtenerla estimulando otros sentimientos no asociados a la alegría, el júbilo o el gozo?
Considero que el uso de dinamizadores que generen sensaciones diferentes, siempre responsablemente, conseguirán alcanzar el mismo objetivo de recuerdo positivo que el engagement ideal persigue.
Teniendo en cuenta que los públicos cada vez son mas exigentes cuando asistes¡n a eventos, originar miedo, terror, sorpresa o sobresalto en un entorno creado para ello y siempre responsablemente, acaso no es una opción loable para conseguir que el público participe y genere recuerdos positivos?
En el sector de los eventos, hay que cambiar el chip, abrir la mente y apostar por un modelo innovador que en ocasiones escasea; Se debe apostar por la búsqueda de nuevas sensaciones y sentimientos a través de la participación de los asistentes a los mismos desde otros puntos de vista, generando ambientes totalmente diferentes a los que los eventos los han acostumbrado.
Apostar por el engagement? Por supuesto, pero no anclarlo únicamente en la búsqueda de sentimientos positivos. Ahondemos mas en la multitud de opciones que el sector ofrece, pongamos entusiamo en la búsqueda de nuevas emociones y juguemos con dinamizadores distintos para conseguir el mismo fin; memorabilidad positiva de los eventos.