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09/02/2015Protocolo 3.0: El uso de Periscope
09/16/2015Si hay una imagen que me ha llamado la atención en esta semana es la tomada durante la visita de varios ministros españoles y empresarios a Teherán, capital de la República Islámica de Irán, para entablar relaciones comerciales futuras entre ambos países.
El protocolo intercultural a través de una anécdota simple, se ha convertido en protagonista de esta visita institucional.
Durante una de las intervenciones realizadas tras la recepción y reunión con el presidente de la República, donde suelen realizar un resumen de los puntos tratados y las conclusiones alcanzadas, la ministra de Fomento en un acto de consideración, «junto a la imposición legal que te comprometes a respetar cuando solicitas el visado» (Gracias Angeles Espinosa por este apunte), se coloca un pañuelo a modo de hijab, con tan poca práctica y mala suerte, que se le cae en varias ocasiones, tomando mayor importancia el gesto con el accesorio que las palabras pronunciadas por los ministros responsables de la expedición al país musulmán.
Este ejemplo no es el único ocurrido entre un velo, un presidente y una representante española, como recuerdan los medios en estos días, la periodista Ana Pastor, tuvo el mismo problema durante su entrevista con el expresidente del mismo país, siendo este el que le advirtió de que se le había resbalado.
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Está claro que en España no tenemos obligación de saber cómo se coloca correctamente el pañuelo para que no se caiga, pero si se tienen asesores en la materia que pueda dar un poco de luz a estos temas, o incluso que lleven horquillas u otros elementos que ayuden a que esto no suceda y que no potencien el verdadero motivo de la visita en vez de aminorarlo.
La predisposición de la ministra siempre será bien recibida, pero su nudo con el velo en la garganta es mas propio de los pañuelos que se utilizan en las fiestas castizas y en las verbenas nacionales que de un hiyab musulmán, y lo que ha traducido su imagen en una copia rejuvenecida de doña Rogelia.
Aunque la imagen ha dado la vuelta al mundo e incluso se ha tachado de irrespetuosa por parte de la mandataria española, he de decir que la naturalidad unida a su espontaneidad cuando el accesorio no hacia mas que caer, demuestra su buen hacer en las relaciones con países de otras culturas y su acercamiento positivo al protocolo musulmán base del país en el que se encontraba, en vez de demostrar nerviosismo y malhumor, que es, por experiencia, lo mas común cuando esta situación aparece.
Se puede considerar un error de protocolo? Creo que se podía haber asesorado un poco mejor sobre como se coloca, al igual que lo hizo a la hora de saludar al Presidente de la República Islámica de Irán, o que alguien con experiencia en la utilización de hiyab le hubiera ayudado antes de su intervención.
Queda demostrada con este ejemplo, la importancia de los detalles en el protocolo intercultural, y de su conocimiento para lanzar los mensajes correctamente sin que se vean arrebatados por un pañuelo, un gesto o un color.