El momento de crisis económica que vivimos actualmente ha hecho que agudicemos el ingenio a la hora de poner en marcha un evento.

Con este nuevo contexto económico añadido a los profundos cambios que la comunicación está sufriendo debido a la aparición de Internet, hacen que los eventos, definidos como actos determinados en un lugar y tiempo determinado y dirigidos hacia un público determinado, evolucionen y busquen nuevos elementos a introducir en los eventos, que, aún siendo la herramienta de comunicación que mas retorno de inversión genera tanto a largo como corto plazo, consiga aun mayores beneficios, ya no sólo económicos, sino tambien sociales y profesionales.

No se están eliminando los eventos pero si se está recortando en sus presupuestos.

En años anteriores, no se miraba tanto la etapa del post evento, la trascendencia que pudiese tener, se enfocaban mas en las celebraciones hacia una repercusión mediática inmediata.

Por tanto, los profesionales del mundo de los eventos, se encuentran en un momento de investigación, donde el ensayo y error se encuentra rodeado del ingrediente fundamental para conseguir nuevos modelos; la creatividad.

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Estudios realizados por eventoplus, dejan entrever que la nueva tendencia en este sector deriva hacia lo virtual, lo que se cuece en Internet y utiliza las redes sociales a modo de difusión. De hecho un nuevo formato de celebración de eventos es el meramente virtual, donde los asistentes son perfiles digitales de usuarios alrededor del mundo. Realmente es la manera mas cómoda de celebrar un evento, pero siempre el evento presencial tendrá añadidos que los harán únicos; el contacto físico, networking y experiencia con los demas asistentes sigue primando en este nuevo universo 2.0.

Por tanto, el nuevo formato que mas éxito tiene es el híbrido, donde lo virtual y lo presencial se juntan, donde los usuarios nacionales se hacen internacionales a través de sus pantallas de ordenador.

Junto con este predominio de lo digital y sus derivados, los eventos presenciales, han ido transformandose para poder adaptarse a la disminución de presupuesto para su escenificación y puesta en marcha.

Ahora, los eventos han disminuido sus días de ejecución, son mas cortos. Pero esta tendencia no quiere decir que no cumplan sus objetivos.

Aunque los eventos tienen una duración mas corta, esta disminución temporal la palian con la interactividad y la participación de los asistentes, otras dos predisposiciones que no se deben olvidar.

Esa participación, debe estar en consonancia con el aspecto lúdico que viene “in crecendo” en los eventos del siglo XXI. Si los invitados no se entretienen, el recuerdo del evento no será el esperado y por tanto, no habremos conseguido uno de los objetivos, la memorabilidad.

En definitiva, las tendencias en los eventos se caracterizan por hacer de éstos, lugares en los que se participa con el fin de divertirse en un menor espacio de tiempo a la vez que se persiguen los objetivos fijados. Todo ello complementado por la interacción en redes sociales, los grandes aliados a la hora de analizar el retorno de inversión social que nuestro evento conlleva.