Esta Semana Santa ha sido muy especial para mí, ya que la celebré en Nueva York, gracias a su coincidencia con la gala de los Victory Awards, a la cual acudí como nominada.

Esta ceremonia estuvo enmarcada por Policonference,  un evento formado por diferentes charlas y seminarios dadas por expertos de la comunicación política internacional, como Dick Morris, que fue el conferenciante estrella por su trayectoria y que a mí me fascinó tanto su discurso como su humildad, que pude comprobar tras la apertura de Policonference cuando firmó su libro el Príncipe.

Melanie y Daniel, los directores de Marketing Político en la Red, fueron unos anfitriones excelentes, y consiguieron en esos tres días que fluyera el buen ambiente entre todos los asistentes.

La noche del 28, Jueves Santo en España y noche de Victory en Nueva York.

Mas de 150 personas nos dimos cita allí, todos con nuestras mejores galas, para asistir a uno de los eventos del año, donde se entregarían acreditaciones y estatuillas de cristal a aquellos que el jurado hubiese considerado.

Estar cerca de personalidades políticas, consultores y compañeros, ayudó a que la emoción estuviera presente en todo momento, junto con el humor que Ruben Turienzo, presentador de la gala, y los imprevistos propios de los eventos, formaran parte de tan distinguida ceremonia.

Finalmente, en mi caso, conseguí dos credenciales; una como finalista a mejor blog político del año por su impacto educativo, y una mención especial por la excelencia al trabajo en mejor blog político por su impacto informativo, ambos premios, muy especiales para mí, ya que en un sólo año, el reconocimiento recibido por Política y Protocolo ha superado todas mis expectativas.

Las muestras de apoyo y felicitación que he recibido, en alusión a estos premios a la ilusión, constancia y esfuerzo, suponen una motivación extra para seguir dando lo mejor de mi misma, creciendo profesional y personalmente.

Fue un auténtico placer conoceros a todos y cada uno de vosotros, espero volver a veros el año que viene para seguir compartiendo anécdotas, conocimientos e inquietudes.

Para finalizar, quiero con este post también felicitar a todos los que se llevaron estatuilla de cristal, junto a aquellos que consiguieron menciones y ser finalistas. La sala del hotel Sheraton en el que nos encontrábamos y las reflexiones,  las conversaciones con los compañeros, las risas, y la comunicación política fueron los indiscutibles ganadores en Nueva York.