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03/16/2016El liderazgo, esa característica que hace ver a las personas de manera distinta, también es culpable de situarles en una posición diferente a la del resto de los demás, hablando desde el viejo paradigma en el que se encontraba.
Una falsa jerarquía era en ocasiones, el resultado del liderazgo tradicional, el cual, se encuentra en vías de extinción debido a los cambios hacia una modernización sobre este termino y lo que el engloba, surgiendo nuevos modelos adaptados de liderazgo.
Actualmente ser un líder, supone llevar a cabo una serie de actividades con mayor o menor esfuerzo, como son el motivar a un grupo de personas, demostrar empatía y ejecutar mensajes y discursos inspiradores que potencien su imagen como líder.
Los líderes dependiendo del contexto y de como ejercen su gestión, serán considerados buenos o no, siempre estará asociada a lo positivo del buen hacer de la persona que lo lleve a cabo, lo que, consecuentemente, afectará a su reputación.
El liderazgo encuentra dos puntos de inflexión, dos factores determinantes; la comunicación, ya que para transmitirlo se necesitan de estos procesos, y un interlocutor, un grupo de personas sea del trabajo, de la comunidad en la que se vive, o, si hablamos en términos políticos, también la opinión pública.
Estos patrones empiezan a cambiar cuando la opinión pública toma protagonismo en detrimento del considerado líder y expone sus reglas, causando un desgaste en la persona que posee esta característica y por tanto comienza a vislumbrarse un cambio, quedando demostrado que el líder necesita de una comunidad que le respalde para ser considerado como tal.
Ese liderazgo grupal, es visible en los partidos políticos, los cuales se ven afectados por la actuación de uno de sus componentes, lo que repercute directamente tanto al grupo en sí como a cada uno de sus miembros de manera individual al asociarlos.
Por tanto, una persona ejemplar, con carisma, necesita para poder ser líder de las personas, de la gente, de un equipo que le siga y de la opinión pública a la que poder persuadir.
Existe otro aspecto que caracteriza este modelo de liderazgo; debe estar basado en lo público, a través de la transparencia con los propios votantes, simpatizantes, afiliados y demás actores de las acciones políticas que lleve a cabo.
En definitiva, será a través de un grupo al que se deberá tratar de manera ejemplar, mediante acciones claras y una persuasión no abusiva, como se distinguirá el liderazgo grupal dentro de una colectividad.