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03/30/2016Política y Multiculturalidad
05/11/2016Debido a la globalización a la que estamos sometidos, las relaciones internacionales toman cada vez mayor protagonismo. El crear un ambiente de trabajo entre estados propicio para avanzar, fundamentándose en la educación y en el respeto de las tradiciones y culturas, son la base de la consecución de los objetivos de cada uno.
Cada uno, en esta globalización que supone también un acercamiento directo a la multiculturalidad, el respeto a las tradiciones de unos y otros países son un punto a favor para ese establecimiento de buenas relaciones entre estados.
Sin embargo, el desconocimiento, los propósitos económicos e institucionales y el intentar agradar por todos los medios o el demostrar sutilmente posiciones de pensamiento contrarias a las que se rigen en un determinado país, dan como consecuencia la instauración de conflictos no solo entre países, sino también con la comunidad internacional.
El rol de las Casas Reales o en su defecto, los Presidentes de aquellos estados sin Monarquía, en las visitas oficiales a otros países, pueden ser tomados como ejemplos de como ser actor principal en un evento oficial internacional y una demostración del papel que juegan en la creación de intangibles derivado de la “marca-país” al que representan.
Hemos sido testigo a través de la prensa de la visita de los príncipes de Dinamarca a Arabia Saudi con motivo de mejorar las relaciones institucionales entre ambos países y ayudar a la internacionalización de empresas danesas en el país de Oriente Medio.
Si pensamos en la cultura y etiqueta que se lleva a cabo en ambos países, vemos que es muy diferente, siendo un ejemplo de la tradición en Arabia Saudí por parte de las mujeres, tanto locales como extranjeras, musulmanas o no, el vestir una abaya, predominantemente de color negro pero puede ir complementado con otros colores, siendo el velo opcional y no obligatorio siempre que no se visiten espacios tradicionales del país o se entre en alguna mezquita.
Una vestimenta disonante a lo expuesto anteriormente, podía ser causante de un conflicto diplomático años atrás, pero actualmente, esta norma social que toda mujer debe respetar en Arabia Saudi, ha quedado relegada a una mera anécdota en las visitas de mandatarias, princesas o primeras damas, como fue el caso de Michelle Obama en Febrero de 2015, que aunque se tomó como un toque de atención a la libertad de la mujer en el país árabe musulmán, iba en sintonía con la vestimenta que sus antecesoras.
Mary de Dinamarca, demostró en su visita, conocer perfectamente la relación entre multiculturalidad y el respeto, mostrando que son dos opciones complementarias, conociendo perfectamente su rol en esta visita y colaborando en la creación de clima negociador propicio y por tanto generación de buena imagen del país al que representa.
No llevaba una abaya en sí, pero si un tipo de vestimenta que iba totalmente acorde a los cánones del país que estaba visitando.
Por tanto, tener una cultura diferente no está reñido con el respetar las demás. Seamos abanderados de nuestra identidad, bajo el paraguas de una correcta atención a los aspectos diferentes, el entendimiento y una etiqueta adaptada y acorde a cada situación.