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06/19/2017Si está pensando en organizar o acudir a una comida o cena de empresa este artículo le interesa.
Las comidas empresariales sirven para promover las relaciones personales entre los empleados de una misma empresa o entre personas de diferentes compañías que tratan de llegar a un acuerdo. El fin de estos encuentros, más casuales que las frías reuniones de trabajo, es relajar el ambiente del ámbito laboral y conocerse un poco más dejando atrás las puertas de las oficinas.
En este caso, podemos encontrarnos ante dos tipos de situaciones: en la primera de ellas, deberíamos de organizar el encuentro, mientras que en la segunda, acudiríamos al evento como invitado. En ambos casos, debemos comportarnos de forma espontánea pero sin dejar atrás las pautas de protocolo para estas ocasiones.
Debemos seleccionar unos platos que no sean muy pesados y difíciles de comer e informarnos de las posibles intolerancias y alergias de los asistentes para evitar complicaciones de la salud y situaciones incómodas.
Al realizar la reserva se recomienda elegir una mesa redonda o cuadrada para facilitar la comunicación. Además, si organizamos una comida muy seria y con varios asistentes es aconsejable ubicar en la mesa varias tarjetas con el orden de los invitados ordenados según el protocolo. Sin embargo, en el caso de comidas más informales se puede prescindir de los tarjetones que indican el nombre de los asistentes.
“Llegar tarde no es una falta de tiempo sino una falta de respeto”. Es muy importante acudir a tiempo al evento a no ser que por causa de fuerza mayor no podamos evitar el retraso, en cuyo caso, se debe avisar del imprevisto ocurrido.
En cuanto al alcohol, sí, se puede beber, pero ojo con pasarse porque podemos dar una imagen que repercuta negativamente sobre nuestra carrera profesional.
Es de mala educación estar mirando el móvil y contestando al teléfono durante una comida. No obstante, si recibimos una llamada urgente podremos contestar.
Otra sugerencia para este tipo de encuentros es permanecer sentado hasta que se terminen los postres. Evita levantarte para ir a fumar, retocarte o para ir al baño constantemente, a excepción de aquellas ocasiones que por motivos médicos o de salud debamos de acudir al aseo.
Cuando llega la hora de pagar la cuenta, esta corre siempre a cargo del anfitrión o de la empresa que ha organizado el evento. Tras los postres, lo ideal es que el anfitrión acuda a la caja para abonar la factura evitando así situaciones incómodas con el resto de invitados.
En conclusión, las comidas de empresa son una de las formas que más utilizan las compañías para facilitar la comunicación y la interacción con directivos de otras empresas y con los propios empleados. Las comidas de negocios son una herramienta de “networking” tradicionales que funcionan muy bien para ampliar oportunidades de negocio.
Carola de la Rosa.