El Político Pródigo
01/16/2013Emoción Política
01/30/2013Un nuevo error de protocolo en los últimos días, esta vez teniendo como protagonista al vicepresidente andaluz, Diego Valderas y el himno español, hace que se vuelva a reflexionar sobre las funciones que cumple, y nos haga recordar situaciones similares.
El protocolo tiene unas funciones señaladas claramente en los manuales corporativos y en los diferentes decretos y leyes que les hacen referencia. Esta herramienta derivada a mi modo de ponerla en práctica, de la comunicación, ayuda a ordenar el acto, a que todo salga correctamente y conforme se espera. El protocolo ayuda a su vez difundir unión y formalismo del organismo que la pone en práctica, pero juega con la desventaja de que a la hora de ponerlo en práctica, puede sucumbir a errores de último momento.
Lo mas lógico a la hora de celebrar un evento, es destinar un porcentaje del presupuesto a los incómodos imprevistos que surgen sobre la marcha.
En algunas ocasiones, los fallos vienen derivados de errores humanos debidos a la falta de previsión, o del propio desconocimiento de los elementos protocolarios propios de la organización en la que trabajan y que organizan el acto.
El no repasarlo todo o haber realizado un ensayo general antes del evento pueden dar como resultado situaciones anecdóticas, momentos memorables, que nos harán sacar una pequeña sonrisa.
Es tarea del protocolo facilitar las funciones y tareas previas a un acto o evento, pero para poder cumplirlas de manera óptima, necesita de una documentación previa para no caer en el primer incidente que pueda ocurrir.
El ponerlo todo en práctica, corresponde al responsable de protocolo, un cargo que para poder asumirlo, necesita de unas capacidades imprescindibles como es la capacidad resolutiva para que un error no quite demasiado tiempo o espacio a lo que de verdad debe recordarse y la espontaneidad, habilidad que puede en unos pocos segundos, hacer que un acto o evento sea un triunfo o un fracaso.
Cuando sucede algún imprevisto la reacción lógica de los asistentes es de sorpresa, pero puede derivar en dos maneras de actuar diferentes; de una parte, puede provocar risas y de otra sobresalto, lo que dependerá del propio evento y magnitud del percance o imprevisto.
Si el error recae directamente sobre un invitado o el propio anfitrión, su manera de responder también es decisiva, lo que se reflejará directamente entre los presentes.
Ya en errores de protocolo y errores de protocolo 2, descubrimos como algo simple marca toda la escena y consigue que se recuerde o se ponga de manifiesto un evento que en una situación normal, ni siquiera hubiese trascendido.
Como protocolo es sinónimo de perfección, cualquier ápice de confusión o desacierto se multiplica y difunde a mayor velocidad que si todo hubiese seguido un correcto orden, como se espera del trabajo protocolario.
Algunos ejemplos de como un error cambia la continuidad de un eventos, los podemos observar en los siguientes vídeos:
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=ipzs9cowch0&w=420&h=315]
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=VAhnvI-8QJ8&w=420&h=315]
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=a_DAX3gjbWc&w=420&h=315]
Por tanto, el hombre es el único animal que tropieza dos y hasta tres veces con la misma piedra.