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07/18/2016Eventos políticos pop up
09/14/2016Ya son varios meses los que España se encuentra en desgobierno, habiendo pasado por dos procesos electorales y donde la preocupación por los partidos políticos se convierte en una constante que nos lleva a reflexionar sobre cómo podríamos solucionarlo.
Momentos donde la desafección política empieza a oscurecer términos como el avance de un país que se encuentra en un punto de no retorno, del cual, está siendo casi imposible salir, tanto por los resultados fallidos de las negociaciones como por la confrontación constante.
Cabe reseñar que esta situación provoca la apatía de la ciudadanía y demuestra que la expresión tiranía del poder, puede convertirse en una situación real, y mas cuando somos espectadores de que la comunicación entre los llamados grandes partidos se basa en negociaciones infructuosas que saben a fracaso para todos.
Solo el pensar en tener que afrontar unas terceras elecciones que es a lo que nos está llevando esta situación política, hace que la ciudadanía desconfíe aun mas de la llamada clase política y de sus propuestas electorales, de todas las palabras y promesas que unos días antes les hacían a los ciudadanos para persuadirlos y conseguir su voto en sus encuentros, mitines e intervenciones en medios.
Se que no es una situación fácil para de quienes depende salir de ella, pero considero que sería buena opción obviar la política de desgaste y métodos que nos recuerdan a Chomsky y deberían tener en cuenta el hacer política de café con leche.
Esta unión que aunque la primera imagen que nos venga a la mente sea la de una intervención que muchos tacharon de equivocada y bochornosa hace pocos años, hace referencia a la socialización, el compartir y el debatir hasta llegar a una conclusión y bien común, dejando lo individual a un lado, apostando por el desarrollo, pagando la cuenta a medias.
La política de café con leche supone mejorar también las relaciones que existen entre nuestros dirigentes, políticos de diferentes partidos, donde el sumar sea mas propicio a conseguirse que el restar y el pensar en la ciudadanía como fin y no como medio, convirtiéndose la ideología en un valor añadido a sus decisiones.
Se que puede sonar utópico e idealista, incluso dentro de la seriedad y los formalismos, pero si pensaran mas en compartir un café, posiblemente tendrían puntos de vista diferentes del problema y pudiesen abordarlo hacia otra dirección en vez de tornarse hacia donde nos llevan, unas terceras elecciones.