Photoshop Político
03/11/2015Táctica en los eventos
04/08/2015
Ya pasadas las elecciones en Andalucía y analizados los resultados y escenarios, puedo afirmar que la campaña, en cuanto a eventos se refiere, ha sido aburrida.
Hemos asistido a mítines a lo sota, caballo y rey, fáciles, correctos en su justa medida y sin salirse de las estructuras que se llevan repitiendo largo tiempo, como apunta y siguiendo la misma línea del blog publicado por Gloria Campos, sin alma, y agrego que sin identidad política propia.
Los eventos de campaña se encuentran en un periodo de normalización donde la creatividad se confunde con la colocación y uso de algunos instrumentos o herramientas de moda en los eventos sociales, y donde el protocolo, en muchas ocasiones, ha brillado por su ausencia y falta de respeto a los símbolos nacionales.
Los partidos no terminan de darse cuenta que no son solo los colores corporativos los que les debe diferenciar, y que en muchas ocasiones desechan por el color de la Comunidad Autónoma. El crear una nueva estructura, diseñar nuevos eventos políticos, también fomentaría una imagen diferente, frescura, aire nuevo e impacto que es lo que realmente se busca en campaña electoral.
Estarán de acuerdo conmigo en que los mítines se realizan para los militantes, y muchos piensan que no tienen sentido ya que su target no es el llamado voto apóstol, afirmaciones que se deberían de matizar.
Los mítines, no solo comunican hacia los asistentes del mismo, el considerado voto apóstol, al cual también se debe de cuidar, su público también es quien se encuentra al otro lado de los medios de comunicación y las redes sociales y aun no tiene decidido su voto.
De otro lado, una imagen en un mitin de 15000 personas impacta más que una con solo 10, lo que también se percibe por el votante como unidad y puede motivarle a votar a uno u otro partido.
Mención aparte, el presupuesto que se destina a estos macro eventos, que también debería ser revisado y tenido en cuenta en la normativa de nuestro país como medida de transparencia.
Esto no quiere decir que no se pueda innovar y fomentar la creatividad en ellos, donde poder propagar su mensaje y distinguirse de los otros partidos, pero que el ser novedoso, no es solo utilizar artículos decorativos, hay mucho más.
Los micro eventos walkabout, o actos de calle, de tú a tú, a través de escenografías efímeras como el iglú sin nombre utilizado por la formación magenta, han soportado una pizca de ingenio en sus puestas en práctica, pero tampoco mucho más. Los paseos donde el candidato se la juega en las distancias cortas con el ciudadano también pueden ser objeto de cambio, y ayudar a persuadir y convencer de esa manera al votante.
Con estos resultados de los eventos en campaña, me queda por afirmar que los partidos desestiman los beneficios que los eventos pueden proporcionales, prefiriendo no arriesgar por miedo a salirse o que la creatividad de los responsables de este importante aspecto en campaña se encuentra adormecida, prefiriendo lo fácil y lo de siempre.
Seamos innovadores, seguro que alcanzamos los objetivos propuestos, siempre que haya un profesional y un trabajo hecho de fondo para conseguir innovar en los eventos políticos.